El sistema inmunitario es el mecanismo de defensa del cuerpo humano1.
Está constituido por un conjunto de órganos, tejidos y células distribuidos por todo el organismo, que están interconectados entre sí para reconocer y luchar contra patógenos externos ( p.e. virus, bacterias o patógenos), e internos (p.e. células tumorales)1.
El sistema inmunitario debe estar en equilibrio para reconocer selectivamente los elementos propios de los ajenos, desencadenando una respuesta únicamente a frente a lo que considere una agresión.
En función del tipo de respuesta, el sistema inmunitario se puede dividir en dos bloques que se coordinan para mantener nuestra integridad: la inmunidad innata o natural, y la inmunidad adquirida o específica1.
La inmunidad entrenada es la capacidad de la inmunidad innata a actuar con memoria frente a un mismo patógeno en infecciones subsecuentes, lo que supone un cambio de paradigma, ya que hasta ahora esta cualidad solo se había atribuido a la inmunidad adaptativa2.
Sin embargo, es necesario potenciar la inmunidad entrenada por medio de estímulos para que se produzca este efecto.
En general, la inmunidad entrenada:
Los probióticos son microorganismos vivos, que cuando son administrados en cantidades adecuadas, generan beneficios en la salud de la persona que los toma. Pueden ser bacterias u hongos y están presentes de manera natural en fermentados, como yogurt o kéfir, pero en este caso, la concentración o cantidad no pueden ser controladas3.
Los postbióticos son los productos derivados de un probiótico: pueden ser tanto los productos de su metabolización o componentes del interior del microorganismo en sí (proteínas, grasas) que ingerido en las cantidades adecuadas, generan un beneficio en el huésped.
La principal diferencia con los prebióticos es que los postbióticos deben estar inactivados, y son tanto producto de los microorganismos, o partes de él que han demostrado beneficio3.
Los prebióticos son sustancias no digeribles que incorporamos con los alimentos con alto contenido en fibra, que favorecen el crecimiento selectivo de bacterias intestinales beneficiosas3.
Los simbióticos son los productos que incorporan conjuntamente la mezcla de probióticos (que ejercen la acción) y prebióticos (que promueven su crecimiento) necesarios para ayudar al crecimiento y colonización de los probióticos, obteniendo un mayor efecto que cada uno por separado 4.
El complejo β-1,3-1,6-glucano derivado de la levadura Saccharomices cerevisiae interacciona con receptores específicos de las células inmunitarias generando la activación de la inmunidad entrenada, favoreciendo una respuesta inmunológica balanceada en asma y alergia, potenciando el efecto de las vacunas y tratamiento sintomático de la alergia6.
El complejo β-1,3-1,6-glucano presente en ABB C1™ es único ya que su estructura tridimensional preservada es el componente que asegura el efecto inmunomodulador superior frente a otros glucanos disponibles7.
La levadura de Saccharomyces cerevisiae que contiene ABB C1™ está enriquecida con minerales esenciales altamente biodisponibles.
ABB C1™ ImmunoEssential ha demostrado potenciar la inmunidad entrenada clínicamente a través de su innovadora composición y efecto sinérgico11, 12.
ABB C1™ potencia la Inmunidad entrenada.
Potencia la respuesta a las vacunas y tratamiento de los síntomas.
Protege frente a infecciones víricas y potencia la producción de anticuerpos.
ABB C1™ modula el microbioma.
Referencias